CON NORA CORTIÑAS LA GREMIAL DE ABOGADOS Y ABOGADAS DE ARGENTINA TAMBIÉN PIERDE UNA MADRE

CON NORA CORTIÑAS LA GREMIAL DE ABOGADOS Y ABOGADAS DE ARGENTINA TAMBIÉN PIERDE UNA MADRE

Se puede decir que la Gremial de Argentina tuvo un antes y un después de Nora.

Nuestra fundación (o refundación si logramos ser continuadores de la gloriosa Gremial de los años 70) en el 2010 no fue sencilla.
Eran tiempos de la supuesta "Argentina paraíso de los Derechos Humanos", dónde a los presos políticos imputados en montones de causas los escondían debajo de la alfombra.
Los "derechos humanos" se limitaban a las causas de genocidio y lesa humanidad de la dictadura del 76.
Los presos políticos en movilizaciones o luchas específicas no existían ni para los gobiernos progresistas ni para los posteriores de derecha. La Gremial debió batallar muchos años en soledad con el tema de los invisibilizados presos políticos o presos en situaciones de luchas.

Por si fuera poco, nuestra identidad "Gremial de Abogados", implicaba una tremenda carga histórica en hombros y espaldas muy débiles en esos años. No nos fue, ni nos es, fácil alcanzar la estatura de aquellos abogados de la Gremial de los 70.

Debimos abrirnos paso como suelen hacerse estas cosas en otros órdenes de la vida: dando el ejemplo, aceptando causas que casi nadie quería, poniendo nuestras credenciales en las Mesas de Entrada de tribunales y fiscalías, en reparticiones policiales o cuarteles de Fuerzas Federales.
Al decir de una de nuestras compañeras : "abrirnos paso *a prepotencia de trabajo*"
Mirando siempre a nuestros antecesores de la histórica Gremial como una guía.

Pero eso aún no alcanzaba para hacer de la Gremial lo que somos hoy.

Y lo que hizo la diferencia a nuestro favor se llamó Nora Cortiñas.

Fue la primera (y única durante un tiempo considerable, casi hasta que llegó al gobierno la derecha macrista), que empezó a acompañar a la Gremial.
Muchas veces sin que siquiera se lo pidiéramos.

En la primera fila de esos juicios difíciles, que son como esos pases largos donde la pelota se hace inalcanzable, estaba Nora.

En audiencias en remotas fiscalías del conurbano porteño donde las balas policiales impactan en los jóvenes pobres y desaparecen protegidas por "la Justicia" en causas de Gatillo Fácil; ahí estaba Nora.

Aparecía en lugares imposibles de llegar hasta para nosotros mismos, como en tribunales de la helada Comarca Andina o en el Noroeste.
Adonde iba la Gremial, iba Nora.

Y guay que quisieran tocar a uno de nosotros. Se le paró de manos hasta al mismísimo Presidente y a ministros, defendiendo a la Gremial.

Acompañó a dos de nosotros a la Audiencia Preliminar del proceso a los seis campesinos paraguayos entregados por el gobierno kirchnerista (que cumplen hoy condenas de 35 años de cárcel), y se mantuvo con dignidad y valentía cuando el fiscal parapolicial Ortuzar pidió "sacar de la audiencia a esta señora que no conocemos y no tiene nada que ver con la causa".
Ese día el Fiscal paraguayo conoció bien a Nora Cortiñas, quien se mantuvo en la audiencia hasta el final.

Causas políticas, causas contra pueblos originarios, causas armadas, causas de explosivos colocados a jueces verdugos o a medios que mienten llevadas a cabo por jóvenes anarquistas; todas esas causas que pocos quieren tomar, en cada una ella estuvo con la Gremial.

Y así, con Nora como estandarte, como protectora, en definitiva como verdadera MADRE, la Gremial pudo ir consolidándose.
Por supuesto con nuestras grandes limitaciones.
En definitiva somos apenas abogados y abogadas.

Y, además alcanzar un acercamiento en el espacio que suele llamarse "de los Derechos Humanos".
Un ambiente desconocido para nosotros y, en ciertos casos, incluso hostil también hacia lo que somos y representamos. Instancias a veces bastante refractarias hacia nuestras formas y métodos ásperos, poco convencionales y displicentes a la hora de enfrentarnos con los represores de saco y corbata en ese verdadero campo de batalla que es el Juicio Oral.
Los abogados y abogadas de la Gremial somos esencialmente *defensores*, muy alejados del rol del Fiscal (casi siempre enfrentándolos) o el querellante.
Solo excepcionalmente las causas de Gatillo Fácil nos pusieron como acusadores algunas veces.
La sola presencia de Nora con la Gremial constituyó una especie de puente para acercarnos a compañeros y compañeras, a colegas y a organismos con los que hoy trabajamos codo a codo.

La Gremial se queda también sin madre. Sin una importante protección justo cuando seguramente las cosas pueden ponerse más difíciles.

Nos deja su presencia espiritual y su sombra sobre cada uno de los compañeros y compañeras abogados para afrontar lo que haga falta.

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